INTEGRAL DE PEUTEREY
Son ya muchos veranos subiendo una semana en plan cohete a Chamonix en busca de una buena alpinada, pero casi siempre vuelvo a casa de vacío y sin ningún objetivo cumplido. Solo me llevo las ascensiones de aclimatación, porque a la hora de la verdad, o las condiciones no son buenas o la meteo es mala o yo me cago encima... Necesitaba una dosis potente de alpinismo. Siempre por estas fechas tengo que saciar el demonio que llevo dentro, constantemente lo tengo hambriento y cuando quiere comer es insoportable y no me deja tranquilo. No le sirven las vías largas de un día ni las cumbres de alrededores de Chamonix… él quiere consumir una Gran Course! Esta vez ha sido diferente, he subido en plan fugaz en avión a Ginebra para luego coger un bus hasta Chamonix y encontrarme con mi amigo Marc Subirana. El objetivo estaba claro: Tullirnos en algún rutón alpino de verdad!! Como más hechos polvo quedásemos mejor, tenemos este tipo de afición absurda. Siempre llego a Chamonix con e